Metahumano - reseña crítica

Este libro es una invitación a descubrir quién eres en realidad. Ya estás existiendo y tienes los ojos abiertos, pero ¿estás viendo todo lo que quieres ver? Deepak Chopra cree que no.

¿Te animas a aprender cómo ver más allá de lo que todos ven?

Primera parte: Los secretos de la metarrealidad

Estamos atrapados en una ilusión

En algún momento de la prehistoria, los Homo sapiens pasaron hacia la realidad virtual, cuando una simulación hecha por la mente se volvió esencial en nuestro camino evolutivo.

Nunca se sabrá el momento exacto ni la razón, si la hubo, para que una especie adquiriera este tipo de poderes y supiera que los tenía. Ninguna otra criatura da forma a su futuro de forma consciente. Ninguna otra especie cuenta historias y se convence a sí misma de que son verdad.

Existen muchos misterios en nuestro pasado. De alguna manera nos la hemos arreglado para que nuestra simulación sea tan convincente para que incluso nos perdamos en ella.

Volverse real es un proceso que comienza al confrontar tu confianza mal colocada en las ilusiones cotidianas.

“Yo”, el creador de la ilusión

Cuando ves tu reflejo en el espejo, el hecho de reconocerte resulta tan natural y elemental que no lo comentarías. El “yo” que has aprendido a reconocer en el espejo constantemente refuerza todo tipo de limitaciones que no es necesario que existan.

“Yo” existe para convencerte de que eres una criatura de la realidad virtual, y que no es posible ir más allá de la simulación.

Todo lo que una persona piensa, siente, dice y hace es para que “yo” se sienta más fuerte, feliz y mejor. Cuando vemos que “yo” es un constructo mental, se convierte en algo abierto al cambio.

“Yo” controla nuestra experiencia para asegurarse de que la vida siga siendo local y no infinita. La plenitud es el estado de no necesitar nada porque tú eres suficiente para ti mismo.

El potencial humano es infinito

El potencial humano es infinito porque la conciencia no tiene fronteras. Ser humano significa que cualquier cosa puede suceder.

Dado que la conciencia es el cimiento de la realidad, no deberíamos fijar límites absolutos. En el mundo interno de la conciencia, las posibilidades de nuevos pensamientos, entendimientos y descubrimientos son ilimitadas.

Las posibilidades infinitas son parte de nuestra conformación, pero algo dentro de nosotros se resiste a creer en el infinito como una cualidad humana. La realidad editada resulta más cómoda.

Nos mantenemos alejados de nuestro potencial oculto por todo tipo de razones, pero la principal es porque el ego edita y limita la realidad. No es que no seas infinito, es que tú limitas eso; puedes controlar quién eres, aunque creas que no eres capaz de hacerlo.

La metarrealidad ofrece libertad absoluta

La libertad es lo opuesto a sentirse atrapado. Hemos creado la realidad virtual a tan gran escala que la gente puede vivir su vida sin sentirse atrapada. Pero, en verdad, toda la configuración es una trampa.

Estamos claramente divididos: un lado de la naturaleza humana desea libertad, y el otro lado la teme profundamente.

Cuando todo es posible, somos nosotros mismos al máximo. Cuando solo algunas cosas son posibles, todos somos demasiado humanos.

La libertad no tiene reglas fijas, no tiene paredes y todos los pensamientos son permitidos. No importa qué tan buena sea tu vida, por desgracia no estás viviendo en libertad. Naciste en una realidad acotada por reglas, paredes y pensamientos que no deberías pensar.

Todo debe ser hecho en nombre de la libertad, lo cual rescata a la realidad y a nosotros mismos al mismo tiempo.

La mente, el cuerpo, el cerebro y el universo son conciencia modificada

La conciencia no está jugando con el universo. La conciencia es el universo. Juega a convertirse en diversas cosas. El cambio de la forma nunca se detiene.

Cuando te sientes contento o triste estás experimentando dos modelos de conciencia que generan un contraste.

La creación es consciencia experimentándose a sí misma. Mientras el espacio, el tiempo, la materia y la energía no entren en caos, la realidad virtual y las características universalmente aceptadas sobre ellas mismas logran que nos sintamos en casa.

Al saber que todo esto es al final de cuentas un constructo mental, se adquiere conciencia de uno mismo, conciencia que por sí sola nos puede decir qué sucede realmente. Y así se prueba el propio poder creativo.

Si nuestra mente puede imaginar cualquier tipo de cosas, ¿qué nos limita a hacerlas realidad?

La existencia y la conciencia son lo mismo

El universo fue creado para nosotros porque no existe otra forma alternativa. La creación no puede ser total a menos que nosotros seamos totales. Una vez que este secreto es revelado, el metahumano puede liberarse de la duda de sí mismo, la confusión y la tristeza, que son los nietos de la ilusión.

Imaginamos utopías que son posibles de creer pero, al limitarnos, generamos todo tipo de sentimientos contradictorios; el infinito quiere surgir, pero lo limitamos.

La conciencia y la existencia no han sido creadas. Esa es la formulación más simple de la verdad. Que no hayan sido creadas significa que simplemente son sin tener que dar razón y sin la necesidad de una historia de la creación. Y no pueden ser separadas.

Segunda parte: Despertar

Poner la experiencia primero

La vida continúa por medio del conocimiento y la experiencia. El conocimiento se obtiene a partir de ser conscientes de lo que realmente somos. ¿Cómo se obtiene entonces la experiencia?

Primero, la conciencia debe ser reestructurada desde cero, las percepciones deben cambiar, las interpretaciones deben ser abandonadas. Nada puede ser igual si se pretende saltar de lo humano a lo metahumano.

Aunque la realidad virtual sea demasiado amplia, existe una fisura que es la experiencia, que son todos aquellos eventos que se desarrollan y de los que se es consciente.

La experiencia es cómo conocemos cualquier cosa.

Ir más allá de todas las historias

Si la metarrealidad es “todo, siempre y en todas partes”, entonces ocurre un hecho asombroso. No hay ninguna historia que podamos contar al respecto. Todos los elementos de una historia no tienen cabida: ni el inicio, ni el desarrollo, ni los personajes ni el final. 

Sin embargo, todo en el mundo está organizado alrededor de estos elementos. Tú eres el personaje de tu propia historia, la cual tuvo su comienzo en el nacimiento y tendrá su final en la muerte.

El prospecto de renunciar a tu historia es impensable, pero es totalmente necesario para experimentar la metarrealidad.

El despertar no es doloroso, los que duelen son los obstáculos.

El camino directo

Los guías de la humanidad que nos conminan a emprender un cambio radical usan muchas tácticas, incluyendo la promesa religiosa de la paz eterna y la felicidad ilimitada, ya sea aquí o después de la muerte.

El camino directo, también conocido como el método directo, busca cambiar el sentido del ser de una persona, que nos obliga a identificarnos con partes y pedazos de la existencia. Como la consciencia contiene un potencial infinito, todos lo poseen.

El cambio a “yo soy” involucra cada aspecto de la vida. Esto presenta un problema potencial, ya que queremos comenzar cambiando el cuerpo, los pensamientos, algunas ideas, y no debería ser así.

El camino directo no pide que se piense en los problemas a nivel intelectual o que se analicen los prospectos para el cambio interno, porque precisamente eso fue lo que generó el problema.

La palabra “directo” podría entonces definirse como algo que sucede de inmediato. Volviendo a lo mismo, el obstáculo más grande es el ego: si te enfocas en el aquí y ahora, el ego es irrelevante y muchas distracciones pueden evitarse.

Lo único que se necesita es un cambio de identidad, una vez que te des cuenta de que estás completo, la transformación de humano a metahumano ya habrá ocurrido. 

Tercera parte: Ser metahumano

Libera tu cuerpo

Desde el punto de vista metahumano, cualquier división de la vida en partes y pedazos solo apoya la ilusión. La totalidad es la totalidad, no un conjunto de partes. La vida solo sucede una vez, aquí y ahora.

El camino directo debe comenzar con el cuerpo, no con la mente.

El cuerpo es lo que reprime a la mayoría de las personas. Se experimentan a sí mismas encerradas en un cuerpo. Aceptan la realidad del envejecimiento, la enfermedad y la muerte, buscan placer físico y se encogen frente al dolor. Mientras esas sean las precondiciones en la vida, nadie puede ser metahumano.

Si puedes dejar de considerar el cuerpo como un paquete de carne y hueso, y transformarlo en un modo de la conciencia, todo lo demás se acomoda de forma natural.

Si nos hemos atrapado dentro de una ilusión, el cuerpo debe ser parte integral de eso, y lo es. Tu cuerpo es tu historia pero de forma física.

Recuperar tu mente total

El ciclo interminable del bien y el mal, el placer y el dolor, la felicidad y la tristeza, es como una hoguera que se alimenta a sí misma. Pero, así como la mente es activa y bulliciosa en la superficie, y serena es sus honduras, así también es la vida.

Cuando el sentido del ser está sobre nosotros, somos naturales, relajados, libres y presentes. Pero se nos escapa de las manos mantener este sentimiento de presencia. Es justo decir que los vislumbres del ser verdadero que generan experiencias de amor, alegría, paz, seguridad y autoestima son lo único que ha dado luz a la condición humana.

Existe un deseo natural de ampliar estas experiencias, por lo que la mente no puede aprender de golpe qué es ser real, sin embargo, se le puede dar la vuelta al cosmos y todo lo que contiene.

Conciencia sin elección

Hasta ahora, hemos tomado el camino directo a través de dos ámbitos de la conciencia: el cuerpo y la mente activa. ¿Qué más hay en la vida más allá de lo físico y lo mental?

Hay un departamento de la existencia que hace que todo sea más profundo. Aquí descubrimos que todo sucede por un motivo, pero ese motivo es muy distinto de las historias que nos contamos a nosotros mismos.

La conciencia pura organiza cada evento posible. Lo ve y lo sabe todo. Desde este punto de vista, todo sucede por una razón porque hay una sola cosa.

Cuando reduces tu vida a lo que es verdaderamente esencial, la diversidad disminuye y la unidad aumenta. Tu conciencia comienza a remodelarse alrededor de una cosa.

En vez de siempre hacer, dejas de hacer, y en vez de intentar decidir si X te hace más feliz que Y, permites que todo suceda por sí mismo. A ese estado se le conoce como “conciencia sin elección”.

Una vida

Cuando estamos completos, todo el mundo se vuelve completo. Esto sería un cambio maravilloso porque, como están las cosas, nosotros estamos divididos y también lo está el mundo.

El estado de las cosas va más allá de los conflictos interminables que aparecen en las noticias.

Nuestro papel como creadores de la realidad impone una pesada carga si lo vemos desde el papel de las limitaciones humanas.

Sin una creación perfecta con la cual soñar, nos quedamos con nuestras propias imperfecciones. La evolución de la conciencia es la única explicación para la creación que lo une todo. Tiene la posibilidad de no poseer límites.

La persona promedio no está lista para esto, la autodestrucción es parte de nuestra naturaleza, pero la creación de uno mismo es infinitamente más poderosa.

Al despertar, los metahumanos pueden hacer bien lo que los humanos han hecho mal. Despertar le sucede solo a una persona a la vez. La realidad no es una quiniela. Es un universo de un jugador: tú y yo bastamos para mover la creación misma.

Notas finales

A pesar de nuestras más de siete millones de historias, estamos unidos en una sola vida. El destino del planeta depende de que nos demos cuenta de este hecho. Una vez que lo hagamos, la raza humana podrá evolucionar a metahumana.

Y recuerda que en vez de preocuparnos por cómo se comportan los demás humanos, los animales o incluso los quarks, debemos preguntarnos cómo se comporta la conciencia. Cuando se logra esto, se une todo, porque esa es su labor.

Nunca hemos dejado de ser una especie que se crea a sí misma. Si podemos crear un universo glorioso sin estar despiertos del todo, imagina lo que podríamos hacer con los ojos bien abiertos.

Consejo de 12min

En “Muchas vidas, muchos maestros”, de Brian Weiss, podrás conocer la experiencia que cambió la vida del autor y el testimonio de que es posible que existan vidas pasadas.